Hace dos días Antena3 daba la noticia adjunta (aquí) que contribuye poco a clarificar las cosas a la gente. Según el titular, la letalidad del nuevo coronavirus se ha reducido del 15% al 0,1% (unas 150 veces). Para Antena3 el virus se ha convertido poco menos que en una inofensiva hermanita de la caridad que mata poco. Y eso no es así. El nuevo coronavirus no se ha vuelto menos letal, ni en España ni en ninguna parte parte del mundo. La diferencia entre lo que ocurre ahora mismo y lo que ocurría el pasado enero y febrero es que lo de ahora se conoce mientras que lo de entonces no lo conocimos. Ahora afloran casos porque se buscan y se diagnostican entre Salud Pública y Atención Primaria. En febrero había, probablemente, muchos más casos que ahora pero no se diagnosticaban, entre otras cosas, por que los protocolos de Salud Pública lo impedían y la PCR se reservaba para los casos más graves candidatos a ingreso hospitalario. Llegó el Estado de Alarma y en este blog se pidió que la PCR estuviera a disposición de los médicos de los centros de salud, pero se decidió que no, que la PCR estaría a disposición de Salud Pública y del Hospital pero no de Atención Primaria. Los médicos de los centros de salud pudimos disponer de la PCR a finales de abril o primeros de mayo, una vez pasado lo peor de la primera oleada epidémica.
Desde entonces, atención primaria contribuye a la detección de casos sospechosos, a su confirmación mediante PCR, al seguimiento de los casos confirmados y al estudio de contactos en colaboración con Salud Pública. Durante la primera ola epidémica, atención primaria siguió a cientos de miles, probablemente varios millones, de sospechosos que nunca pudo confirmar (por no disponer de PCR), miles de casos confirmados por especializada que no llegaron a ingresar y miles de casos ingresados tras el alta hospitalaria.
AUMENTO DE CASOS CONFIRMADOS POR PCR
Es evidente el aumento de casos diagnosticados en España. Estos son los últimos datos ofrecidos por el Ministerio (aquí).
En algunas CCAA los casos han aumentado mucho y casi superan en número, si no lo han hecho ya, los casos de la primera ola epidémica. Tal es el caso, por ejemplo, de Aragón como se muestra en su último boletín epidemiológico correspondiente a la semana 30 (del 20 al 26 de julio) (aquí). Pese a ello, el número de fallecimientos que ahora se dan en Aragón nada tiene que ver con los ocurridos en la primera ola de marzo-abril.
Evidentemente, esto ocurre porque la población afectada es diferente. Por ejemplo, en Navarra, tal y como muestra su último boletín epidemiológico (semana 30) (del 20 al 26 de julio), la distribución etaria de los casos actuales (semana 30) poco tiene que ver con la de las últimas semanas (semana 15, por ejemplo) de la primera ola epidémica (aquí).
¿HA CAMBIADO EL VIRUS SU POBLACIÓN DIANA? ¿TIENE AHORA UNA MAYOR PREDILECCIÓN POR LOS MÁS JÓVENES?
Nada de eso. Lo que ocurre es que la mayoría de los casos en jóvenes son leves y gran parte asintomáticos. Por ese preciso motivo no se diagnosticaban con certeza en la primera oleada con PCR, pues dicha prueba ante su escasez se reservaba para los casos más graves candidatos a ingreso hospitalario. No es que ahora el virus se haya vuelto menos letal, ni que haya cambiado su preferencia por los más jóvenes. Ahora disponemos de más kits de PCR y se diagnostican aquellos casos que en la primera oleada no se diagnosticaban con PCR.
EL MAYOR AUMENTO DE CASOS EN ESPAÑA RESPECTO DE OTROS PAÍSES EUROPEOS COMPARABLES, ¿INDICA NECESARIAMENTE QUE NOS VAYA PEOR QUE A ELLOS?
No necesariamente. Incluso podría significar que nos va mejor. Que estamos haciendo más diagnósticos de casos, en contactos estrechos, en asintomáticos, y que su aislamiento evita o reduce el riesgo de una expansión rápida como ocurrió en la primera oleada epidémica de marzo-abril. ¿Cómo podemos hacernos una idea de si nos va mejor o peor? Evidentemente, acudiendo a los datos, no sólamente a los datos de casos confirmados, especialmente acudiendo a los datos de mortalidad.
COMPARACIÓN EN CASOS CONFIRMADOS
Acudo a datos procedentes de la Universidad John Hopkins (aquí). Se trata de datos absolutos (New Confirmed COVID-19 Cases per Day), no ofrece datos relativos. Para los datos relativos (Daily new confirmed Covid-19 cases per million people) acudo a los ofrecidos por el CDC europeo (aquí). Tanto en casos absolutos como en relativos tenemos más que Italia, Francia, Reino Unido, Alemania y Suecia.
COMPARACIÓN EN FALLECIMIENTOS POR COVID-19
Acudo a las mismas fuentes. La John Hopkins sólo ofrece datos absolutos (New Deaths from COVID-19 per Day) (aquí), mientras que los datos relativos (Daily new conformed COVID-19 deaths per million people) proceden nuevamente del CDC europeo (aquí). En términos absolutos somos ahora lo que menos mortalidad tenemos y en términos relativos también disputándonos la menor mortalidad por millón de habitantes en las últimas semanas con Alemania.
CONCLUSIÓN
Si tenemos más casos pero menos muertos, quizá esto se deba a un mayor y más efectivo cribado de casos. Los jóvenes también se vieron afectados en la primera oleada, pero no se dignosticaron con certeza mediante PCR. Eso contribuyó sin duda a la expansión de la epidemia, sobre todo en el caso de asintomáticos y durante enero y febrero. Muchos pasaron por gripe. Pero esto tampoco es motivo de tranquilidad. Todavía hay más casos que los que se diagnostican, sobre todo en asintomáticos o paucisintomaticos. Por ello es importantísimo reforzar la atención primaria y la salud pública que son las encargadas de que esto no se desmadre (como ocurrió en la primaria oleada) mientras llega la vacuna y no tengamos que recurrir al confinamiento total con su repercusión en la economía del país. Por primera vez en la historia, la economía del país depende del sistema sanitario público, concretamente de las infrafinanciadas salud pública y atención primaria y pocos se dan cuenta de ello. La atención primaria ahora sí contribuye al diagnóstico de confirmación de casos mediante la PCR y se tiene que notar. Pero claro, el virus circula y de las edades más jóvenes pasará, si no extremamos las precauciones y el cribado, más pronto o más tarde a las edades más avanzadas. Y esto es lo que hay que evitar a toda costa, especialmente en el ámbito de las residencias de ancianos y en las familias donde hayan personas vulnerables. Por lo tanto, lo que está ocurriendo no necesariamente indica que nos vaya peor que a otros otros países europeos que sufrieron una primera oleada importante como la nuestra como aquellos con los que nos he comparado. Porque, claro, la pregunta es: si estos países (Italia, Francia, Suecia, Reino Unido y Alemania) tienen menos casos que nosotros, ¿por que tienen más muertos que nosotros? ¿Habrá que aceptar que en España, y no en otros países, el virus se ha convertido en una especie de inofensiva hermanita de la caridad que mata poco como sugiere Antena3? A lo mejor no lo estamos haciendo tan mal.