Carta abierta a mis compañeros de la sanidad pública, por Juan Manuel Jiménez Muñoz

Con permiso del autor, reproduzco este texto de nuestro colega Juan Manuel Jiménez Muñoz que él mismo publicó hace pocos días en su Facebook (aquí).
Carta abierta a mis compañeros de la sanidad pública
El coronavirus, pese a las optimistas consignas políticas publicitadas en televisión, no nos ha hecho más fuertes, ni más solidarios, ni más responsables. Al contrario: ha sacado a la luz lo peor de cada cual, y ha terminado por derrumbar un sistema sanitario que llevaba apolillado varias décadas. Agusanado. Podrido. Sostenido tan sólo por el pundonor de sus profesionales y por ese concepto manido que se llama vocación. Y digo “manido” porque la sociedad y los políticos confunden la vocación con un pasaporte a la esclavitud, convirtiéndola en un trágala perfecto de todas sus ocurrencias.
Uno utiliza el humor porque se debe a su público, y porque reír es un arma poderosa, pero lloraría por los rincones si pudiera. ¡Qué desastre! ¡Qué ignominia! ¡Qué vergüenza! ¡Qué hijos de la gran puta!