
Tras un tiempo prudencial después de los robos en diversos Centros de Salud, quiero dejar constancia y extender mi queja a los directivos y responsables de la seguridad en los lugares donde atendemos a los pacientes, ya sean hospitales, ambulatorios o centros de salud. No es el lugar lo importante. Lo primordial es el valor de lo sustraído y, por encima de eso, es el profesional que está tras esa puerta que es la única barrera frente a quien quiera acceder a nuestras instalaciones, barrera que en muchos casos no reune unas mínimas condiciones de seguridad.
No sé quién, ni con qué intención ha informado de que dichos robos se han realizado en horas en las que no había personal sanitario. Esta falsa información realza, aún más, la falta de visibilidad del SAR, que pese a las reiteradas peticiones de medidas como el botón del pánico, rejas, cámaras, personal de seguridad, etc. sigue realizando su trabajo en condiciones de riesgo ante cualquier actuación como la de estos últimos días.
A raiz de esta oleada de robos en Centros de Salud, han surgido diversas cartas dirigidas a unos y otros. Yo misma, en los primeros días, envié una carta a la coordinadora de Sar, de mi DA, en la que comenté mi sorpresa ante el correo recibido de nuestros directivos, donde nos indicaban que se aumentaran las medidas de seguridad para la custodia de recetas, sellos….
Desde aquí quiero expresar mi descontento por la falta de empatía demostrada a los profesionales del SAR.
Como ya expresé, comprendo la preocupación de nuestros gestores ante el robo de material, pero ¿dónde están las medidas dirigidas a protegernos?, ¿dónde están las medidas tomadas para evitar sucesos como los acaecidos últimamente?, ¿para cuándo las medidas que garanticen nuestra seguridad durante nuestra jornada laboral?, ¿para cuándo una elaboración de planes de prevención de riesgos?
No es la primera vez que denuncio la falta de seguridad con la que trabajamos. A esta inseguridad, ahora debo añadir la falta de empatía demostrada por nuestros gestores y que deja clara, de nuevo, la invisibilidad de nuestro colectivo.
Termino reiterando una justa reivindicación de toma de medidas dirigidas a nuestra seguridad, así como dirigidas a mantener nuestra sanidad entre los puestos más altos, como hasta ahora ha sido.
Gracia Paz Martinez
Enfermera del SAR de Villa del Prado.