Los médicos de familia afrontan consultas masificadas y sobresaturadas, a lo que se une una sensación de precariedad por la temporalidad de muchos contratos.
“Hoy me he sentido especialmente desbordada y me ha surgido la necesidad de escribir esto para que se conozca la situación. Creo que no estoy sola; creo que muchos compañer@s comparten este sentir conmigo. Desde aquí invito a cualquier directiv@ que tenga responsabilidad de gestión y toma de decisiones a que pase una o todas las mañanas que quiera conmigo. Conocer la realidad nos acercará y siempre mejorará la perspectiva que se tiene sobre el papel o desde la distancia de los despachos”. Quien esto escribe es Ina Idarreta Mendiola, médica de familia de Euskadi con experiencia profesional de casi 35 años y de los cuales más 25 años ejerciendo en un mismo centro de salud en horario de 8-15h.
Este relato forma parte de una carta que Idarreta ha publicado en la página web de la Sociedad Vasca de Medicina de Familia y Comunitaria-Osatzen en un intento de recabar adhesiones para que quien “deba saberlo» sepa que las consultas sobresaturadas no es «un problema aislado» y que requiere «respeto, escucha, atención y solución”. Se trata de un escrito que podría haber sido escrito por cualquier médico/a que trabaje en Atención primaria, “sea cual sea su edad, experiencia, ubicación o tipo de contrato”, según Idarreta.
En su carta, narra un día de trabajo como cualquier otro de los últimos años en el que faltan varios médicos por diferentes razones. En concreto, ese día faltan tres de los ocho de turno de mañana y ninguno tenía sustituto. Además, de los otros cinco, resulta que tres se han incorporado recientemente de sus vacaciones y tienen acumulación del trabajo pendiente no resuelto en su ausencia porque “también han sido pobremente o nada sustituidos”. A partir de ahí, va detallando cómo es su agenda de trabajo, las patologías, el tipo de pacientes que tiene que ver y como las consultas superan los diez minutos, con lo que va acumulando retraso para ver al siguiente de la lista. Una vez terminada la consulta ha tenido que acudir al domicilio de dos pacientes de 87 y 89 años, con pluripatologías complicadas.