El hecho de utilizar vías de comunicación «no convencionales» para demandar trabajo, buscar profesionales o informar a los responsables acerca de errores en el abastecimiento de nuestro lugar de trabajo, se está convirtiendo en una costumbre.
No queremos decir con esto que criticamos el uso de las redes sociales, sin embargo, creemos que están para otras cosas, como ejemplo informar, compartir, extender noticias que, de otra manera no llegarían al gran público y por supuesto, para denunciar, extender lo que consideramos criticable para que, de esta forma, mayor sea el número de personas que lo vea y mayor sea la repercusión social del problema.
Este es el motivo por el cual, hoy, queremos denunciar el triste hecho por el que una compañera, Goretti Pacheco, ha sido cesada de su cargo a raíz de haber utilizado una vía de comunicación como Twitter, (anteriormente utilizada por el consejero de sanidad para buscar médicos suplentes), para demandar/informar sobre un producto sanitario necesario y cuya dotación no es responsabilidad de los trabajadores, que se encuentran sin abastecimiento, sino de un correcto funcionamiento de otro eslabón de la cadena.
Horas después de conocido su cese, el consejero twittero se desmarca pasando la responsabilidad de este grave hecho a la Directora Gerente de Atención Primaria, dejando claro que un incidente que, según se mire, puede valorarse como de valentía y responsabilidad, se trasforme en una acción merecedora de un cese fulminante y que conlleva el abandono del puesto el 31 de diciembre próximo
Preocupa el hecho, de graves consecuencias, que permite que en el siglo XXI se siga silenciando a la gente utilizando métodos que, como poco, suenan y resuenan como dictatoriales y arcaicos, provenientes de la política de nuestros gestores.
Desde la Plataforma SAR queremos señalar nuestra mayor repulsa por el cese de nuestra compañera Goretti Pacheco, así como la lógica preocupación por el estado de salud de nuestra Sanidad, que, tras el conocimiento de la iniciativa individual de uno de sus profesionales ante una demanda justificada, responde a su responsable actuación con un cese fulminante que resume, a nuestro entender, el titular de este artículo: NUESTRA SANIDAD ESTÁ ENFERMA.